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La verdad de las mentiras ( II )

La verdad de las mentiras ( II )

Desde una perspectiva histórica algunos especialistas que estudian la Revolución Cubana en su conjunto consideran que efectivamente hubo dos etapas: una revolución liberal que terminó al segundo año, y otra comunista o socialista que le sucedió a partir de 1961. Es lícito decir que en los procesos históricos sus protagonistas no se detienen en definiciones académicas establecidas a posteriori, ni en fechas consensuadas para definir una cronología determinada. Los que vivieron aquellos hechos no sabían nada de etapas porque evidentemente se vive de corrido no a saltos, y los golpes de timón que daban los líderes revolucionarios fueron interpretados por una gran parte de la sociedad como pequeñas traiciones y también de esperanzas, hasta que por acumulación de las primeras desaparecen las últimas. Por esta razón no se puede fijar con certeza el antes y el después. En este sentido podría decirse que cada sector de población perjudicado encontró su propio momento para sentirse traicionado, incluso los que se sintieron cómodos en los albores del régimen socialista, que aún desconocían hasta donde llegarían las prohibiciones y el corsé de las directrices comunistas.

Siguiendo la secuencia de los acontecimientos está claro que al comienzo los lideres de la Revolución no discriminaban mucho entre sus seguidores, de aquí sale lo que puede considerarse una gran alianza de clases sociales, pero todo cambió cuando se afianzó el liderazgo. Sería muy presuntuoso averiguar todas las motivaciones que tuvieron aquellos que, a pesar de haber aplaudido un discurso más ponderado al principio luego hicieron lo mismo ante el venidero discurso radical, pero al menos se puede convenir que habían dos grandes grupos: los que sacaron sus cuentas políticas y económicas con saldo positivo (de estos, los que se equivocaron en sus cálculos pasarían a engrosar la masa de traicionados y decepcionados en algún punto del camino), y los que tenían algo que ganar porque antes no tenían nada ( este colectivo estaba predispuesto al mesianismo y secundar a un líder encantador de serpientes ).

Cuando el régimen socialista reescribió la historia de estos años para adaptarla a la ortodoxia comunista quiso apuntarse a las teoría de la III Internacional, al socialismo se llega por una dialéctica histórica ineludible consecuencia de las contradicciones fundamentales del sistema capitalista. Este presunto cientificismo y determinismo de los partidos comunistas, es completamente falso en el caso cubano. La Revolución no fue resultado de una lucha de clases, no fue una rebelión campesina contra los terratenientes, ni un alzamiento obrero contra el capital y la burguesía, su cometido inicial era derrocar una dictadura, y a partir de ahí tomaría la dirección que sus lideres provocaron.

Despejada toda duda sobre que el futuro de Cuba a partir de 1961 estaría ligado al socialismo soviético, había que resolver hasta donde llegaría. En el tablero de la política global soviética Cuba era un peón avanzado, y no tardó mucho (solo un año) en asignarle una tarea peligrosa, la de convertirse en plataforma de misiles contra el enemigo: la conocida crisis de octubre, o de los misiles. El gobierno cubano pudo seguir una política propia, mantenerse de aliado militar y político de la URSS, y recibir contraprestaciones económicas por ello. Pero no fue así porque los líderes de la isla optaron por ser más papistas que el Papa y decidieron entrar en el cenáculo de los países socialistas, por la puerta grande, instaurando un régimen con la más alta retórica comunista, por la vía rápida y por las bravas, arrastrando a la sociedad sin pedir opiniones al pueblo, sin ningún tipo de consulta democrática. Cuando el gobierno cubano habla de apoyo popular nunca se refiere a la parte consultiva del asunto, si no al acatamiento de la decisión; y esto en un entorno perfectamente controlado da los resultados esperados.

Partido Comunista, eliminación de la propiedad privada, educación en la doctrina marxista, unidad ideológica y sociedad monolítica, purga de los detractores y no entusiastas, y demás preceptos comunistas, necesitaban de mucho tiempo para ser implantados. Esto motivó que el periodo provisional, o preelectoral, durara dieciséis años, pero a nadie se le ocurrió pensar que semejante lapso de tiempo podría considerarse una dictadura; debe ser que el tiempo solo comienza a correr después de alcanzada la meta, cuando la democracia ya no puede decidir sobre los temas importantes.

Durante todos estos años, hasta la actualidad, el régimen socialista se ha empeñado en que no se puede ser, esta prohibido existir, si no es considerado como parte de una unidad de contrarios. Solo se puede estar a favor o en contra del sistema y de una forma activa, en constante confrontación, sobre todo por la parte que ostenta la gracia del poder que además de tener la prerrogativa de clasificar a las personas del lado que están, no permiten que nadie pase de largo. No se puede ser apático ni escéptico, distraído ni particular, en fin no se puede ser individuo, acorde al precepto comunista de que el “hombre nuevo” es un ser colectivo. En estas circunstancias las personas que no se sienten una célula colectiva afín a la política del gobierno además de huir con el sambenito de contrarrevolucionarios, cuando pueden porque la puerta de salida no esta abierta, solo les queda sobrevivir dentro de la vorágine simulando las conductas adecuadas. Los líderes saben de la enorme cuantía de simuladores, pero a la hora de contar el apoyo popular se trata de sumar no restar. Lo necesario, lo vital para el régimen cubano es que las personas parezcan, no sean.

5 comentarios

Tseo -

De acuerdo y se puede concluir que no gozan de ninguna legitimidad, solo son ratificados cuando ya no hay mecanismos para lo contrario.

Adrian -

Muy bien establecido el proceso de transicion de esta revolucion hacia posiciones ideologicas, ademas de tipo comunista. Solo un detalle, y es que ningun regimen comunista moderno ha sido establecido como resultado de una consulta democratica, es decir mediante votacion. Han sido impuestos desde posiciones de poder utilizando coyunturas sociales, pero no por decision electoral.

Dani -

Hola DEBERIAS, gracias. Seria muy bueno que cosas como esta de la verdad de las mentiras se pudieran ver en Cuba, para que la gente descubra la otra historia real del pais, y no el folletin sesgado que se inventa el gobierno, que adapta la realidad al contenido que le interesa.

DEBERIAS -

Hola daniel, realmente me gusta lo que y como escribes, anímate a escribir en tu blog, hoy te prometo que seguiré leyendote por aqui.
un abrazo, suerte

Yeyo -

Hola Dani soy yo, enhorabuena espero que mucha gente pueda leer tus escritos. Ya me encargaré de correr la noticia. Una sugerencia, intenta aportar mas testimonios graficos, yo se que tu coleccionas bastante material. Un saludo, y besos a la familia.